Estructura Secreta del Tarot
El Tarot y su estructura secreta
Muchos son los interrogantes sobre su sistema y su vinculación con el ser humano. Sus diferentes teorías lo presentan como un compendio vivo de la naturaleza y el hombre, junto a sus diferentes caminos por experimentar. No se trata de un juego para los profesionales de la materia, ni mucho menos de una simple interpretación, pues dentro de sus cuatro pintas encierra muchos misterios sin conocer. Las cartas o naipes del tarot, han vivido una gran evolución. Diferentes estudiosos han tratado de descifrar su existencia, pero su representación ha llevado siempre a la misma duda.
Para ingresar en su estructura secreta, debemos antes conocer la relación existente entre el hombre y el tarot. Intentaremos conocer el significado de la palabra símbolo, según la Real Academia Española, se define: “como una representación sensorial perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con esta por una convención socialmente aceptada”. Entendemos por los libros de historia, que desde hace miles de años el ser humano a través de sus culturas ha dejado millones de representaciones descritas, mediante signos y símbolos típicos, con mensajes, pensamientos y formas de vida.
Para los profesionales del Tarot, la cartomancia es más que un juego y un esquema de trabajo, es una doctrina llena de enseñanzas, formando un completo estudio del universo y toda su riqueza con infinitas posibilidades.
El tarot está compuesto por 78 cartas, de ellas 56 son los arcanos menores y 21 mayores dejando la carta del loco que no tiene número, las dividiremos en tres grupos ubicando al loco en medio de los arcanos. La representación de los símbolos fuera del contexto artístico es más que valioso, e impresionante. Para conocer la esencia del tarot dibujaremos al hombre simbolizado en un círculo, al universo que lo rodea en forma de un cuadrado y a Dios en forma de triángulo.
De ello deduciremos que el círculo es un hombre, esencia y alma del universo rodeado por la naturaleza del cuadrado teniendo a Dios sobre él, representado por un triángulo, magnificado en la divina trinidad. Posteriormente, ubicaremos la carta del loco en el centro de todo. Los 21 arcanos mayores divididos en grupos de siete a cada lado del triángulo, como símbolo y manifestación de las ideas del alma. Los arcanos menores, cubrirán las líneas del cuadrado divididos en cuatro grupos de 14 cartas. Esta es la simbolización de la relación existente entre el mundo de las ideas, la consciencia y el mundo físico material. A la hora de conocer algún designio, toda la baraja es notable, pero algunos practicantes y estudiosos no aprueban esta consideración.
Aunque su nombre pueda descalificarlo o restarle importancia, su interpretación establece el interrogante y define la respuesta. Los Arcanos Menores atesoran gran simbolismo, son los conocidos: palos, copas, espadas y oros, representados por los personajes de la corte real: el rey, la reina, el caballero y el paje, estos a su vez guardan relación con los cuatro elementos de la naturaleza: fuego, agua, aire y tierra. Se conoce por escritos, que la materia se formaba por la conjunción de estos elementos básicos “actuando en justicia” es decir en la justa medida para restaurar el equilibrio universal. El otro grupo que agremia a las barajas del tarot, son los arcanos mayores, quizá el grupo con mayor uso dentro de la cartomancia. Así como el simbolismo es determinante en los arcanos menores, aquí son de igual intención y quizá con una mayor denotación original, apareciendo el elemento del Arquetípico.
La comparecencia de los arcanos menores, conciben el posicionamiento de los principios de la actividad y la posibilidad, como son: el bien o el mal así como lo positivo y lo negativo.